Cumplí mi amenaza y ayer también me fui a asomar a la zona ferial, aunque no tuve la paciencia de quedarme al teatro del pueblo. Lo que sí hice fue ir a comprarme una michelada gigante ( de 1 lt) y deambular por el área con la intención única de terminarme mi espirituosa bebida he irme a casita.
Caminaba meditabundo frente al Fiesta Americana (ver mapa) y comencé a observar una agitación inexplicable de la gente, cada vez más notoria (y cada más gente) cuando de pronto al doblar la esquina, me encuentro a Vicente Fox fente a frente. Por un segundo nos quedamos observandonos mutuamente, hasta que al ver mi tremendo vaso cervecero, el Presichente solo acertó a echarle unos ojotes y decirme: "No se te vaya a caer".
Obviamente que no se me iba a caer, yo más bien creo que lo que su subconciente quería decir fue: "¿Porque no me invitas una desgraciado?..¡Con el calorón que hace!". Naturalmente con todos los miembros del estado mayor encima y los medios de comunicación de mitoteros, se tuvo que conformar con solo echarle un vistazo a mi refrescante bebida...y aguantarse las ganas como los meros machos.
No ser una persona pública tiene sus ventajas...