Caminaba meditabundo frente al Fiesta Americana (ver mapa) y comencé a observar una agitación inexplicable de la gente, cada vez más notoria (y cada más gente) cuando de pronto al doblar la esquina, me encuentro a Vicente Fox fente a frente. Por un segundo nos quedamos observandonos mutuamente, hasta que al ver mi tremendo vaso cervecero, el Presichente solo acertó a echarle unos ojotes y decirme: "No se te vaya a caer".
Obviamente que no se me iba a caer, yo más bien creo que lo que su subconciente quería decir fue: "¿Porque no me invitas una desgraciado?..¡Con el calorón que hace!". Naturalmente con todos los miembros del estado mayor encima y los medios de comunicación de mitoteros, se tuvo que conformar con solo echarle un vistazo a mi refrescante bebida...y aguantarse las ganas como los meros machos.

No ser una persona pública tiene sus ventajas...